En 1670, Don
Joaquín Antonio de Beaumont de Navarra y Ezcurra Mejía, titular del Marquesado
del predio de Santacara, a base de recoger y seleccionar personalmente el
ganado salvaje existente en los términos próximos a las Bardenas reales, se
convierte en ganadero de reses bravas. Se tienen noticias de la existencia de
esta vacada en el siglo XVII porque sus reses se lidiarían en los sanfermines a
partir de 1690. El Marques de Santacara es, pues, la raíz mas antigua conocida
de subraza de toro de lidia y de la que derivan todos los troncos navarros.
El capellán del Señor Marques era un hombre muy importante en aquella época y de gran personalidad, Don Juan Escudero Valero, presbítero de Corella y además comisario dela
Inquisición. Debido a su influencia sobre aquel y de su gran
pasión por el toro bravo, la ganadería del Sr. Marques será gestionada por el
mismo hasta que la pase después a otro vecino de Corella, Don Manuel Martín de
Virto.
El capellán del Señor Marques era un hombre muy importante en aquella época y de gran personalidad, Don Juan Escudero Valero, presbítero de Corella y además comisario de
Una hija
de este, Da Isabel de Virto y Luna, se casa mas tarde con Don Antonio de
Lecumberri, a su vez criador de toros bravos en el coto llamado Murillo de las
Limas, cerca de Tudela. De esta forma llega, el matrimonio primero y la familia
Lecumberri después, a reunir una gran cantidad de ganado bravo, de diversas
procedencias de la región sur de Navarra, a finales del siglo XVII. Estos toros
de Lecumberri eran entonces los mas cotizados, pues en 1695 llegaron a pagarse
para su utilización en las fiestas populares a 30 ducados por cabeza, Lo que
era inimaginable en aquellos tiempos. A partir de 1755 y durante
muchos anos después, Don Antonio de Lecumberri y Virto, hijo de Antonio e
Isabel, queda como titular de la ganadería, la aumenta y mantiene en diferentes
cerrados de la zona, hasta que en 1774 vende casi todo lo que le quedaba
originario del Marques de Santacara a Don Francisco Javier Guendulain Pétriz,
vecino de Tudela también y gran conocedor y aficionado al ganado bravo. Al
parecer Guendulain era descendiente de la casa de Yanguas, de Tauste, una de
las Cinco Villas de Aragón, situada a 25 km . de Ejea de los Caballeros, villa de gran
importancia, como se vera después. Lecumberri vende el resto a Don Joaquín
Zalduendo, de Caparroso y a Don Juan Antonio Lizaso y a Don Felipe Pérez
Laborda, también tudelanos.
Se dice que el ganadero Don Francisco Javier Guendulain llego a poseer mas de 700 vacas de vientre, las madres de los prestigiosos "guindillas" navarros. Ya dos anos después de comprárselo a Lecumberri, el 1 de julio de 1776, lidia en Madrid a su nombre y durante mas de 80 anos se mantendrá esta ganadería en la familia, pasando por su hijo Don Juan (que debuto en Madrid el 22 de septiembre de 1828) y luego por su nieto, Don Tadeo Guendulain Masterrena (lidio toros en Madrid el 7 de octubre de 1849), con un gran prestigio e influencia durante el siglo XTX Muchos toros de estos fueron comprados por otros importantes ganaderos castellanos y andaluces para dar "picante" al ganado mas hipermétrico, bonito y de trapío que poseían, pero sin embargo con menos bravura que los navarricos de Guendulain. Por ejemplo, confirmando esto, podemos decir que Don Javier vendió una parte de su vacada a Don Juan Ozores en 1822.
Se dice que el ganadero Don Francisco Javier Guendulain llego a poseer mas de 700 vacas de vientre, las madres de los prestigiosos "guindillas" navarros. Ya dos anos después de comprárselo a Lecumberri, el 1 de julio de 1776, lidia en Madrid a su nombre y durante mas de 80 anos se mantendrá esta ganadería en la familia, pasando por su hijo Don Juan (que debuto en Madrid el 22 de septiembre de 1828) y luego por su nieto, Don Tadeo Guendulain Masterrena (lidio toros en Madrid el 7 de octubre de 1849), con un gran prestigio e influencia durante el siglo XTX Muchos toros de estos fueron comprados por otros importantes ganaderos castellanos y andaluces para dar "picante" al ganado mas hipermétrico, bonito y de trapío que poseían, pero sin embargo con menos bravura que los navarricos de Guendulain. Por ejemplo, confirmando esto, podemos decir que Don Javier vendió una parte de su vacada a Don Juan Ozores en 1822.
Harry Houdini - Joaquín María Argamasilla de la Celda (Marqués de Santacara)
Anonimo, gracias por tu aportación, lo verificare y tratare de corregirlo si lo creo conveniente.
ResponderEliminarEn la actualidad aún existen los Zalduendos ,de pura estirpe Lecumberri, origen de la denominada "Casta Navarra", de menor trapío y presencia que los andaluces, pero son toros con "chispa" como se suele decir. Toros con casta .y genio que le dan picante a las faenas
ResponderEliminarGranadino, amigo, que tal? se me había pasado tu comentario, muchas gracias por la aportación. Que pases un buen dìa.
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